Tuesday, April 10, 2012

Las praderas azules de Texas


Las colinas de Ennis, Texas, se cubren de 'bluebonnets' durante la primavera.

Mientras los franceses presumen con sus románticos campos de lavanda, los holandeses aseguran tener el parque de flores más grande del mundo; mientras los indonesios se enorgullecen de acoger la flor más grande y olorosa del trópico, los texanos se pavonean con su ‘bluebonnet’, la flor silvestre más alabada de los Estados Unidos.
Más alabada, cabe aclarar, porque tal como los catalanes y los antioqueños, todo lo de los texanos es más grande y mejor. El bluebonnet, o Lupín en español, es una florecita silvestre de aproximadamente 6 centímetros que crece en el centro y en el sur de Texas durante el comienzo de la primavera. Como buenos patriotas, los texanos no pierden la oportunidad de salir a verla, fotografiarla y admirarla por su simple hermosura.
Ennis, un pequeño pueblo ubicado 45 minutos al sur de Dallas, es el epicentro del ‘bluebonnet’. Cada año, durante el mes de abril, fotógrafos, pintores, curiosos y familias uniformadas se pasean por las carreteras campestres en busca del paisaje perfecto: colinas pequeñas cubiertas de florecitas azules y blancas. Caballos, burros, vacas, cabritos y otros animales de granja pastando tras una pintoresca verja blanca complementan el escenario.
El ‘bluebonnet’ (lupinus texensis) es endémico del estado de Texas. Por tal razón, es posible ver ejemplares en las autopistas estatales, parques y jardines. Sin embargo, varias organizaciones se encargan de propagar las semillas anualmente con el fin de mantener vivo el aprecio por las flores silvestres originarias de las praderas del centro de Estados Unidos.