Friday, December 28, 2012

Sabiduría de bolsillo: frases famosas y citas citables

¡Tengo tantas cosas por escribir, y tan pocas ganas! La mayoría de las veces la vida se nos presenta así, con unas incongruencias descomunales. Apenas ayer estudiaba cómo lograr esa meta esquiva de volver a trabajar en periodismo. Sé que un elemento clave es demostrar mi habilidad al escribir. Pienso en ello todo el tiempo, se me ocurren ideas cuando duermo y cuando como, pero no hay poder humano que me siente a escribir. 

 Mientras estoy en mi trabajo, pienso en aquellos días libres tan escasos y me imagino sentada, produciendo uno de esos artículos que cualquier persona con sentido común consideraría valioso. Entonces planeo el tiempo, desde el café del desayuno hasta las horas que pasaré investigando y aquellas que usaré para escribir las historias que irán a mi blog. Porque cuando llegue ese día glorioso de mi entrevista de trabajo, y lleguemos a la parte esencial de ¿“dónde está su portafolio de trabajo”? yo les daré el link: esas historias son las que me abrirán las puertas al mundo periodístico. 

Ha pasado la Navidad. Llevo 7 días libres y esta es la primera vez que me siento a escribir. Bueno, todos los días me he sentado a escribir, pero la verdad es que he hecho de todo frente al computador, menos escribir. Mi consuelo es que no creo ser la única que vive este drama: cada mañana leo los periódicos de allá y de acá, reviso mi correo (al que ahora solamente llegan promociones de aerolíneas y de restaurantes), le doy una mirada a mi muro, hago click acá y allá, y cuando menos pienso, es hora de almorzar. ¿Suena familiar?
 
Precisamente, una de las cosas que más hago en lugar de escribir es mirar los ‘pins’ de mi cuenta de Pinterest. Los que más me llaman la atención son los de las citas o frases famosas. Algunas incluyen el nombre del autor, pero la gran mayoría son frases anónimas, que invitan a dejar el pasado atrás, a replantear el presente, o a empezar a vivir esa vida que siempre hemos soñado. Abundan las frases sabias de escritores, científicos y actores que nos dan una idea de cómo ellos lograron sus metas, y no faltan las citas cínicas o de sermón, que dejan sabor a culpa y a humillación. Estas son algunas de mis favoritas: