Wednesday, January 7, 2009

Me propongo...

Si hiciera una lista de mis fiestas favoritas, definitivamente la celebración del año nuevo ocuparía el primer lugar.
Esa cuenta regresiva de los segundos que faltan para que se acabe el año me inunda de emociones. Paso de la alegría al miedo, a la curiosidad y a la ansiedad en un santiamén.
Antes, cuando celebraba entre fiestas y bailes, la alegría de la música y la compañía de personas queridas, el misterio por lo que traería el nuevo año y el recuerdo de lo que había pasado me afectaban tan fuertemente que siempre terminaba llorando. Ahora celebro en compañía de mi esposo, en la paz de nuestra casa o en la sala de algún cine cercano, pero los mismos sentimientos todavía me estremecen.
Pero además de los minutos cruciales de la medianoche, lo que me fascina esa licencia mental que nos permite empezar de nuevo, que nos da permiso para perdonarnos lo que no hicimos el año anterior, y que nos permite creer que este año sí lograremos todas nuestras metas. Desde muy pequeña he hecho mis propósitos de año nuevo. ¿Los recuerdo? Por supuesto que no. ¿Los he cumplido? La mayoría, no. Lo que sí recuerdo es el hecho de sentarme a pensar qué actividades pueden mejorar mi vida, qué hacer para acercarme a ese ideal de persona que quería hacer de mi.
Según un artículo de prensa publicado en el Dallas Morning News, los propósitos más comunes son: perder de peso, comer más saludablemente, dejar de fumar y hacer ejercicio. Yo siempre incluyo dos de esos en mi lista. Los demás, y quizás por eso me cuesta tanto recordar si los he cumplido o no, se refieren a mi progreso personal: sacar mejores notas, ser una mejor hija, sobresalir en mi trabajo, etc. Tal vez los hago más complejos de lo que realmente deben ser y por eso me cuesta tanto cumplirlos…
A fin de cuentas, este primero de enero hice lo mismo. Me senté y empecé a pensar en todo lo que dejé de hacer el año pasado. Hice una lista específica de las cosas que quisiera lograr en mi trabajo, e incluí lo que me gustaría hacer en mi tiempo libre -Escribir, principalmente-. El resultado final fue, oh sorpresa, una lista con los mismos propósitos de hace años –incluyendo los de comer mejor y hacer más ejercicio. ¿Será que este año sí?

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